En esta nota te vas a encontrar con: movilidad, automóvil, urbanismo
Antonio Amado (1956) es arquitecto y profesor titular de la Universidade da Coruña. Dedicó buena parte de su carrera a estudiar al arquitecto francés Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier. Sobre este personaje ha dado conferencias en distintas partes del planeta, ha escrito artículos especializados y ha estado a cargo de montar y editar exposiciones referidas al creador de Los cinco puntos de una nueva arquitectura. En uno de los mencionados artículos, revisó la historia del nonato proyecto automotor del arquitecto, el Voiture Minimum. Una anécdota que se convertiría en un libro académico con ribetes de novela detectivesca que muestra el costado más incómodo del genio.
En el último episodio de Circulantes revisamos el rol del automóvil en las ciudades, su aparición y su futuro. A partir de ello, nos comunicamos con Antonio vía Skype para que nos cuente sobre la historia que vincula a Le Corbusier, el auto y las ciudades.
¿Por qué el libro sobre una obra que no fue?
Primero, entre los arquitectos lo habitual es que hagas muchos proyectos y no se concreten. El Voiture Minimum fue eso. Y segundo, hace unos años, durante una temporada de poco trabajo, escribí un artículo sobre este tema, partiendo de mi admiración por Le Corbusier. Luego encontré que había un concurso para investigaciones relacionadas con el automóvil. Así que fui ampliando páginas. Empecé a buscar más información. Viajé a París, donde me acerqué hasta la Fundación Le Corbusier. Conseguí muchísima documentación. En un momento noté que lo tenía hecho era un libro. El premio no lo gané, pero una vez que hice todo el trabajo, pues me planteé publicarlo.
¿Qué lugar ocupaba el auto en la vida de Le Corbusier?
Cuándo Le Corbusier terminaba una obra, un edificio, llamaba inmediatamente a un fotógrafo y colocaba su propio carro delante del edificio. Trataba de relacionar automóvil y arquitectura porque en esa época, para él, el automóvil era una máquina sofisticada, era la modernidad y entonces trataba de establecer una relación, una relación inconsciente subliminal, entre automóvil sofisticado y arquitectura sofisticada. Relacionaba al automóvil deportivo de vanguardia con los templos griegos clásicos, diciendo que los dos eran obras optimizadas en sus diferentes épocas. En su ideario, el automóvil era imprescindible para que las ciudades del futuro que él proyectaba en los años veinte y treinta, funcionasen.
¿Cómo llega a embarcarse en el diseño de un auto?
En esa época Le Corbusier era muy conocido, era famoso a nivel mundial. Como urbanista, como arquitecto también, pero sobre todo como conferenciante. Pero a pesar de todo eso, a pesar de su fama, Le Corbusier estaba pasando un mal momento económico por aquella época. Él se quejaba de que “me llaman a todas partes, me invitan a dar conferencias, a hacer propuestas, pero sin embargo encargos concretos no los tengo”. Ahí aparece la oportunidad en la industria automotriz, era un auténtico desafío para él. Sin olvidar que podría resolver los problemas económicos de su estudio.
¿Cuándo aparece el Voiture Minimum?
A finales del año 1935, Le Corbusier se entera casualmente que la SIA (Société des Ingénieurs de l´Automobile) había convocado un concurso para el diseño de un auto mínimo, con una habitabilidad máxima y que cumpliese una serie de condiciones. Inmediatamente le escribió a la organización para decirles que estaba interesado y le responden que muy bien, pero que ya había cerrado la recepción de proyectos. Pero, como era Le Corbusier, lo invitaron a participar de la exposición, pero no de la competencia.
¿Cuáles han sido las influencias que impactaron en el diseño de ese auto?
La época. Hay un año muy concreto, el 1930, que es un punto de inflexión en el diseño de los automóviles. En Alemania, tras la finalización de la Primera Guerra Mundial, había una buena cantidad y calidad de ingenieros expertos en aerodinámica que debían, tras el tratado de Versalles, reciclarse. Realmente lo que estaba haciendo Le Corbusier era reformular, resumir todas las tendencias que había en ese momento y entonces hacer una propuesta muy radical, muy concreta, muy sintética y con un nombre sugestivo.
¿Qué de esta investigación te resultó novedoso?
Pues mira, por ejemplo, para empezar, que para Le Corbusier este diseño no fue una obra tan menor como parecía en un principio. Sino que puso bastantes esperanzas. Y, también, encuentro, aún hoy, afirmaciones de muchos historiadores y arquitectos sobre que este diseño, el del Voiture Minimum, fue el origen del utilitario. Y no es así, o al menos no está documentado.
¿Cómo es eso?
Una de las cosas curiosas que encontré investigando es que la organización del evento de 1935, considerando a Le Corbusier fuera de competencia, le envía a su estudio todas las propuestas que habían presentado el resto de los concursantes. Todo: fotografías de maquetas, planos, textos, etcétera, etcétera. El entrega el Voiture Minimum tres meses después de recibir el diseño de todos los competidores. Observando el diseño de LC, es evidente que está basado en varias de esas propuestas.
¿No existen papeles que indiquen que el primer modelo del Voiture Minimum es anterior a esa exposición?
No hay ningún documento y yo me los he revisado todos a conciencia. No hay ningún documento que pruebe que el diseño es de 1928, sino de 1936. Tú leerás en muchos libros y en muchos artículos que él fue el pionero de todo esto, que él inventó el utilitario. Pero no hay pruebas. Yo no digo que Le Corbusier fuese un mentiroso, pero te digo que no hay pruebas de todo esto.
¿Y cómo se explica el documento que el firma en 1928?
Entiendo que Le Corbusier, cuando presentó el Voiture Minimum en 1935, estuvo un buen tiempo ofreciendo su diseño a distintas automotrices, y se encontraba algo frustrado con el rechazo. Lo que él ofrecía no llevaba nada nuevo. Envió cartas a la FIAT, industriales, ministros, etc. Al parecer la decepción lo llevó a pensar cosas extrañas. Insinuaba que le habían plagiado, que habían copiado su diseño. Ahí, en la documentación, empieza a jugar con medias mentiras y medias verdades. Entonces, Le Corbusier se dedicó a contar que su diseño era de 1928, anterior a todos.
¿Y eso es mentira?
Mirá, en su momento me puse en contacto, otra vez, con la Fundación Le Corbusier y les dije que tenía dudas sobre la fecha. La Fundación me envió un mail con un escaneo de un boceto del Voiture Minimum, el que tú me preguntabas antes. Investigando pude darme cuenta que el papel de ese dibujo era la parte trasera de un sobre postal. Y allí venía un nombre y una dirección en Basilea, Suiza. El apellido, el del remitente, era Zimmerman. Entonces yo dije “bueno, aquí puede haber una pista”. Y envié varias cartas, varios mails a gente que se apellidaba Zimmermann, de Basilea y de la calle tal, y finalmente una chica que se apellidaba así me contestó y me dijo, “mire, yo no soy a quien busca. Yo me apellido así, pero yo no sé nada de esto. De todas formas, si le parece, puedo ir a la oficina del Censo y buscar información, porque esto es alguien que ha vivido aquí”. Bueno, entonces a esta chica tan amable le dieron información y, efectivamente, un señor Zimmerman había vivido allí… pero en el año 60.
¿Pudiste hablar con él?
Si, a través de esta chica. Habló con él y le enseñó la copia de la carta. El señor Zimmerman admitió que él, a principios de los años sesenta, estaba muy interesado en el arte y compraba cuadros y grabados y dibujos. En su afán por hacerse de obras, le escribió a Le Corbusier una carta pidiéndole información sobre alguna suya. “Pero nunca supe nada”, concluyó Zimmerman.
Entonces…
Entonces Le Corbusier hizo un boceto del Voiture Minimum, pero muchos años más tarde, seguramente en el mismo año 1960, y le puso la fecha de 1928. Yo no soy de esa gente que trata de desmitificar a los héroes, ni muchísimo menos. Yo soy un rendido admirador de Le Corbusier. La gente muy fan de Le Corbusier se molestó por lo que la investigación estaba afirmando y demostrando. Quien haya estudiado a Le Corbusier sabe que él tenía una gran capacidad para sintetizar tendencias. Entonces, en este diseño, el del Voiture Minimum, también fue un poco lo mismo. El sintetizó ideas y la resumió en una propuesta muy radical y muy interesante.
Al margen de esta anécdota que ayuda a entender a un artista de la ciudad del siglo XX, te invito a cerrar con un contrafáctico: ¿Qué postura tendría Le Corbusier, hoy, en esta búsqueda de la re peatonalización de las ciudades?
Le Corbusier era una persona inteligente y sensible, era un artista y un intelectual. Entonces, ante este escenario él haría lo mismo que en su carrera como arquitecto, en la que se reinventó varias veces. Incluso, ya en los años 40, empieza a renegar del automóvil en las ciudades. El único plan urbanístico que él llegó a materializar fue la ciudad de Chandigarh, en India. Es una ciudad que ya tiene más de sesenta años. Al principio parecía una ciudad muy radical, también sectorizada y todo eso. Pero bueno, yo tuve la oportunidad de viajar allí hace unos años y para nada es una ciudad tan dura como muchos de sus críticos han dicho. Es una ciudad con mucha vegetación, muy agradable, y la gente que vive allí está muy contenta.