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¿Por qué la mayoría de las mujeres son víctimas de acoso callejero en las ciudades? ¿Cuántas veces vemos varones que viajan como acompañantes en vehículos conducidos por mujeres? ¿Quiénes realizan, mayoritariamente, los trayectos asociados a las tareas de cuidado? ¿Conocés alguna mecánica y/o bicicletera?
Los últimos datos del Informe Seguridad Vial con Perspectiva de Género -del Ministerio de Transporte de Nación-, indican que, si bien, durante los últimos años la participación femenina en la conducción demuestra una tendencia creciente, en Argentina, esta continúa siendo una actividad principalmente masculina: “De las licencias vigentes a la fecha, solo el 35% pertenece a mujeres y en la vía pública sólo 2 de cada 10 ocupa el lugar de conductora en los Vehículos”(argentina.gob.ar).
En el cuarto episodio, “Mujeres y diversidades circulantes”, Lady Fierros comenta que: “uno de los motivos principales por los cuales cuando le preguntamos a las mujeres por qué no manejan está relacionado con la agresión en la calle”. Y agrega, “muchos de los miedos también se generan porque han sufrido algún tipo de violencia”.
Si escuchaste el podcast habrás notado que, la referente y divulgadora sobre mecánica y conducción, relata hechos donde las mujeres que asisten a sus cursos le cuentan situaciones de tránsito donde por ejemplo si existen demoras al estacionar; les empiezan a tocar bocina, a gritar; y no falta quien se asoma diciendo “ah, tenía que ser mujer”.
También afirma que el núcleo familiar está cambiando: “a mí me escriben las chicas, diciendo me separé, me quedé con los chicos, lo manejo perfecto y… ¿el auto? ¿qué hago con el auto? No tengo la menor idea de qué hago con el auto porque siempre me llevaron, siempre llevaron a los chicos”. Entonces, concluye Lady Fierros: “no es solamente un tema de miedo sino también es costumbre”.
De modo semejante, el informe mencionado anteriormente señala que: “el rol feminizado se despliega fundamentalmente en el terreno del traslado de niñas, niños y adolescentes, siendo este comportamiento parte de su asociación con los cuidados infantiles. Si bien las mujeres participan de apenas un 20% en la conducción, cuando se trasladan niñas, niños y adolescentes los porcentajes de conductoras aumenta. Este valor asciende al 28% tratándose de vehículos de 4 ruedas que trasladan niñas/os y al 36% en el caso de las motos que trasladan NNA”.
Por otra parte, el mismo concluye que “ las mujeres tienen mayor conciencia del riesgo y se cuidan más, consumen menos alcohol previo a conducir un vehículo, declaran menor exceso de velocidad al circular por las vías, respetan más las señales del semáforo (tanto en autos como en motocicletas y bicicletas), utilizan más el cinturón de seguridad como conductoras y acompañantes y cuando ellas conducen un auto, las/os niñas/os se protegen más mediante el uso de SRI” (argentina.gob.ar).
Entonces, las prácticas viales y la convivencia en el espacio público desde un enfoque de género es un territorio desigual, en el que existe una relación de poder de varones sobre mujeres e identidades diversas que limita el ejercicio de la ciudadanía y las posibilidades de pleno desarrollo. La desigualdad en las licencias de conducir se asocia más a miedos por violencias viales y “a patrones culturales donde las mujeres son vinculadas a un estereotipo que las encasilla como malas conductoras, por un exceso de prudencia y el respeto de las leyes de tránsito, conductas que en realidad contribuyen a una convivencia vial pacífica” (ANSV Plan Federal de Seguridad vial).
En este contexto, en el cuarto episodio de la actual temporada “Mujeres y diversidades circulantes” entrevistamos a personas que trabajan y aportan soluciones para visibilizar y reducir las diferencias sexistas que sostienen la desigualdad.